
A raíz de la declaración del Wall StreetJournal de que 2021 es "el año de la elección escolar", el periodista especializado en política y gobierno Alan Greenblatt informó en profundidad esta semana para Education Next sobre las victorias de la elección educativa en varios estados. Greenblatt elogió especialmente a Florida:
Florida sigue siendo líder en opciones para las familias. Aproximadamente uno de cada cuatro niños estadounidenses que se acogen a programas de elección de escuela privada vive en Florida. El estado amplía continuamente su oferta.
Una ley promulgada en mayo de 2021 fusionó varios programas al tiempo que aumentaba las becas para centros privados hasta el 100% de la financiación por alumno. El proyecto de ley da prioridad a las familias de bajos ingresos que viven por debajo del 185% del nivel federal de pobreza (49.000 dólares para una familia de cuatro miembros), pero amplía la elegibilidad para incluir a las que viven hasta el 375% del nivel federal de pobreza, o algo menos de 100.000 dólares para una familia de cuatro miembros. La ley también elimina el antiguo requisito de que los estudiantes se matriculen en escuelas públicas antes de solicitar una beca, y exime a las familias de militares de los límites del programa y las listas de espera.
En Florida, los partidarios de la elección están bien organizados y gozan de fuertes defensores tanto en el poder legislativo como en el gobernador Ron DeSantis, un republicano que ha nombrado jueces receptivos a la elección para el tribunal supremo del estado. Daniel Aqua, director ejecutivo de Teach Florida, sugiere que el crecimiento demográfico del estado también ha ayudado a promover su experimento de elección de escuela, ya que tanto las escuelas privadas como las públicas han visto aumentar la matrícula. "El enorme crecimiento de la población conlleva una menor competencia por los niños", afirma.
En total, escribe Greenblatt, siete estados crearon nuevos programas este año, mientras que otros 11 ampliaron las opciones existentes. Greenblatt cita varios factores que explican este logro: el cierre forzoso de las escuelas a causa de la pandemia, que obligó a las familias a buscar opciones fuera de lo común; el cierre forzoso de las capitales estatales a causa de la pandemia, que impidió a los profesores y padres que se oponían a los programas de elección acceder fácilmente a los legisladores; y el hecho de que los republicanos ganaran o ampliaran su poder a nivel estatal el año pasado, mientras que los demócratas no lograron hacerse con el control de ninguna cámara legislativa.
Sobre este último punto, Greenblatt abunda citando a Robert Enlow, de EdChoice: "Es una cuestión bipartidista, y debería serlo, pero en lugares como Virginia Occidental, el resultado de las elecciones envalentonó a los legisladores".
Puede leer el artículo completo aquí.
This should be a bipartisan issue, but the Democrats under Biden are currently committed to terrible, reactionary education policy. State Democrats can do better, and in California we need to do so, but until Governor Newsom is recalled (please note: I am registered as an independent, not a Republican), we will be unable to do so. Therefore the recall election is a big opportunity for Californians to join the other states that have been attracting our people with better educational policies, since California’s ethnic studies, comprehensive sex education, and dumbed down mathematical framework is repelling so many of us who have been working for something better for our citizens.